El recorrido de un correo electrónico desde el envío hasta la bandeja de entrada

El correo electrónico es, hasta la fecha, el canal con el mayor retorno promedio de inversión. Esta es la razón por la que quizás el año pasado, decidiste invertir el presupuesto de marketing en una serie de campañas de correo electrónico. Sin duda, habrás trabajado bastante para que cada una de tus campañas fuese impecable. Sin embargo, el resultado esperado (y el retorno de la inversión) no llegó: los índices de apertura resultaron por debajo de las expectativas y las interacciones fueron decepcionantes. ¿A qué se deben estos bajos rendimientos?

La respuesta hay que buscarla al comienzo del recorrido: ¿las campañas que enviaste realmente llegaron a tus destinatarios?

En 2022, el 84 % de los correos electrónicos enviados en promedio a nivel mundial, se entregaron, en efecto, en la bandeja de entrada. Esto significa que el 16 % de los correos electrónicos nunca llegaron a los destinatarios.

Entre las posibles causas de tu bajo rendimiento, hay una, la más importante, que casi nunca recibe la atención que merece: hablamos de Entregabilidad, es decir la capacidad de tus correos electrónicos de acabar en la bandeja de entrada del destinatario.

Tener una buena Entregabilidad significa incrementar las posibilidades de que tus correos electrónicos lleguen a la bandeja de entrada y sean abiertos por más destinatarios. Y con MailUp, estás en buenas manos: contamos con los mejores expertos en el mundo en cuanto a Entregabilidad, un equipo que ha estado trabajando para mejorar la Entregabilidad de los clientes durante veinte años.

Pero volvamos a ese promedio de un 16% de correos que no llegan al destinatario. ¿Qué sucede con estos mensajes? Y lo más importante, ¿por qué no logran llegar a la bandeja de entrada? La respuesta se encuentra en esta infografía, en la que quisimos reconstruir el recorrido que sigue un correo electrónico después de su envío.

Desde el momento en que el remitente presiona «Enviar», el correo electrónico empieza un viaje lleno de obstáculos: direcciones inexistentes o no disponibles temporalmente, filtros de spam, remitente no autenticado, mala reputación del dominio y muchos más.

Cada uno de los obstáculos se sitúa en un momento preciso del recorrido y determinará sus posibles desenlaces:

• el correo electrónico no fue recibido
• el correo electrónico llegó y se abrió
• el correo electrónico llegó, pero no se abrió
• el correo electrónico fue recibido pero marcado como spam

Pero eso no es todo: estos posibles resultados afectarán toda la Entregabilidad del dominio del remitente. En otras palabras, tendrán un impacto en las probabilidades de entrega y en los recorridos de todos los siguientes envíos. Por eso la Entregabilidad debe desarrollarse a lo largo del tiempo: analizar su estado y tomar medidas puntuales para mejorarla resultan ser dos excelentes puntos de partida, pero no son suficientes. La Entregabilidad debe ser monitoreada, optimizada y mantenerse constantemente si se quieren conseguir resultados reales.

Descubrir cómo funciona el recorrido de un correo electrónico, es la clave para conocer y actuar después sobre los problemas de entrega, que son la base sobre la que se sustenta tu desempeño.